Cuando el verano se hace sentir en Patagonia, sobre todo este último año con temperaturas altísimas, escasez de agua y falta de lluvia, encontrar a las marrones más veteranas se vuelve todo un desafío…

Comenzar a pescar bien temprano es imprescindible, ya que cuando la temperatura del agua sube demasiado, estos bichos se aletargan y se complica conectar con alguno de los buenos. Otro detalle importante es afinar la puntería, ya que se va a volver un requisito de rigor, poder colocar la mosca en los lugares con más sombra, bien pegadito a la orilla, tratando de pisar el agua lo menos posible y en caso de ser absolutamente necesario, hacerlo “modo garza en ON” con sigilo y lentitud, para no ser detectado por las pecosas más escurridizas.

Una pecosa que estaba bien escondida debajo de los sauces…

Hay que ser consciente de que podemos pasar todo un dia sin conectar con ninguno de estos peces, y es la parte linda del juego, por eso siempre disfrutar estar pescando y no tanto por lo que se pueda llegar a pescar!

Potente y robusto macho, que se protegía en un chorro de agua bien oxigenado

Las más chicas son muy entretenidas de pescar con equipos livianos. La pesca con cañas de bambú y moscas secas, se torna un pasatiempo espectacular para hacer más llevadera la jornada.

Una mas chica y no por eso menos importante

Como siempre buena pesca y prestar mucha atención a la devolución, para hacer sufrir lo menos posibles a estos hermosos bichos que tanta satisfacción nos dan.

Hermosas pintas rojas

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