Errores de principiante/Historias/Lugares de Pesca
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Afloja el freno…

Últimamente estoy saliendo a pescar todo lo que puedo, repito el mismo ritual todas las tardecitas en las que termino de trabajar relativamente temprano, ya que tengo abandonado un poco “mi arroyo” tratando de pinchar algo un poco más grande…

Si bien todavía no logré pinchar algo para “dos manos” como siempre digo, de a poco se van dando truchitas de mayor porte, en ríos más grandes y por lo tanto de mayor pelea y dificultad al acercarlas al copo (sisi siempre uso copo), después de tener la suerte de pinchar bastantes truchitas peleadoras y muchas veces donde me habían ganado la corriente, comencé poco a poco a utilizar el freno del reel, y realmente fué un antes y un después… entiendo que parece una tontera pero antes no lo hacía, quizás por el vicio incorporado de pescar normalmente en arroyos chicos, donde la trucha más grande apenas que si alcanza los 200/300 gr. y si bien suelen ser bastante peleadoras, suele alcanzar con tener alta la caña e ir trayendolas a la orilla sin mayor esfuerzo.

El uso del freno en una posición adecuada o en su defecto el freno a través de la palma de la mano, me dieron otra situación de pesca, un error que cometí todas las veces que logré pinchar algún bicho importante fue tener el freno del reel al máximo y además tener frenada la linea con la mano izquierda (soy diestro) por lo tanto al no tener la chance de luchar la trucha con la acción de la caña y del freno del reel, corte asegurado y así me paso en todas las oportunidades… en fin, terminé maldiciendo a todos y obviamente a mi mismo en primer lugar…

Ya veremos cuando pueda pinchar alguna linda truchita, si este pequeño cambio de hábito, mejora mi muy sobria performance…

Truchita por irse

Truchita por irse

Por recuperarse

Saliendo del agua

En proceso de recuperacion

En proceso de recuperacion

Recien sacada del copo

Recien sacada del copo

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Historias/Lugares de Pesca
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No todo es pescar…

Una de las cosas que disfruto y mucho, es conocer nuevos lugares, descubrir nuevos sectores de los ríos o arroyos, o directamente llegar a un lugar donde jamás había ido, mucho mejor si éste “nuevo” lugar lo descubrí investigando por mi cuenta. No me pasa lo mismo cuando me pasan el “dato”, prefiero encontrar lugares a través de mis propias averiguaciones, revisando mapas, escarbando en la red, en fin, comenzar a disfrutar en ese preciso momento, como imaginando con el lugar que voy a dar, cuanto menos concurrido mejor!

Obviamente que porque alguien me comente o sugiera un lugar, no lo voy descartar, sólo que descubrirlo por mi cuenta tiene otro sabor, locuras personales quizás…

Hacia rato que tenía un lugar en mente, sabia que existía, y a pesar de ello por distintas situaciones que no vienen al caso, no podía dar con él, ésta semana fue distinto.

Como suele ocurrir durante la temporada, si un día logro terminar de trabajar relativamente temprano, salgo a mojar moscas cerca de casa, ésta vez iba a intentar llegar a este sitio que me rondaba la cabeza hacía ya más de un año, así que preparé un equipo liviano, riñonera, copo, caña y unas pocas moscas secas, además de agua y las botas de vadeo, era lógico que no haría falta wader ni nada muy especial, ya que la idea era acceder a un sector de un arroyo en el cual nunca había estado, y que por las vistas de mapas que había consultado, presentaba un sector prometedor en cuanto al caudal de agua que podría tener a esta altura de febrero, donde por cierto, los ríos bajaron muchísimo su nivel.

Ni bien termine de trabajar, cargué todo en el auto, y salí rumbo al arroyo, a un sector donde podría dejar el vehículo, preparar todo con comodidad y luego caminar desde ahí, aguas arriba, en partes por la costa y parte por el agua, ya que debido a la importante bajante de nivel, ésta vez se dejaba ver una costa rocosa que normalmente está bajo bastante agua y complica bastante el caminar río arriba.

Finalmente luego de éste ritual y caminar unos 30 minutos llegué a destino, era tal cual lo había imaginado, me encontraba allí, con la compañía de un perro negro, que me hizo las veces de guía y a su vez de espantador profesional de truchas, ya que al muy simpático can se le daba por tirarse al agua en los mejores lugares…, Presiento que no era un guía, sino el cuidador de aquél sitio solitario.

Puedo decir sin exagerar, que estaba emocionado de estar allí, sentía que estaba en un lugar con muy poca presencia humana, no invadido, donde sólo los protagonistas eran aquel perro obviamente que se la pasaba enredado en mi linea y sumergiéndose en el agua en los mejores lugares, algunas truchas que veía comer en superficie, las aguas corriendo cristalinas y yo como único observador. No podía parar de observar a mí alrededor y disfrutar de la soledad, de los sonidos y aromas naturales que brindan estos pequeños lugares, de esa unión de aguas, encerradas por árboles y arbustos que apenas dejaban colar algún que otro rayo de sol, mágico!

Luego de contemplar ese hermoso entorno, decidí leer las aguas y buscar algún lugar donde podría comenzar a probar suerte, finalmente elegí un pocito que se formaba luego de una corredera que traía bastante caudal, ya que se alimenta de dos arroyos que en este punto se unen para formar un solo flujo de agua. Apenas pose una mosquita seca y dejé derivar, la primer truchita no se hizo esperar, había descubierto un sitio donde me pude divertir un par de horas, ninguna trucha superó los 300/400 gramos, pero así y todo fue realmente muy entretenido. Se que fué la primera vez que estuve allí, pero definitivamente no va a ser la última.

Pocito donde me divertí un rato:

Liberando una arcoiris:

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