Perca, la “Trucha criolla”
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Perca, la “Trucha criolla”

Desde mis inicios en la pesca con mosca en Patagonia, note que la perca es un pez desprestigiado por muchos, algo así como un pececito de segunda categoría. Leí infinidad de comentarios del estilo: “a pero es una perca”, “que fea que son”, “la perca no pelea”, “es un pez bobo”, “perquero” como un descalificador al pescador que logró la captura y una sarta de pavadas más… Cuando en alguna oportunidad expresé mis deseos de querer capturar una, me miraron raro!

Tal fue mi entusiasmo cuando por primera vez pude ver una perca en el río Chimehuin, pensé que era una trucha muerta, hinchada, y linda sorpresa me lleve cuando la quise tomar con la mano y salió nadando lentamente para colocarse nuevamente como una estatua unos 3 metros delante de donde estaba. Inmediatamente me picó el bichito! Me sorprendió que con esa perca, presente una decena de moscas antes de querer tomarla y de hecho pensé que estaba muerta por como ignoro todas mis artificiales. Puse en duda eso de si queres pescarlas “metele una mosca naranja y te vas a cansar de sacar percas”, me convencí de que no sería tan fácil pescar una a pez visto. Colar agua no es mi estilo de pesca, sino la veo previamente, no me llama la atención.

Quieta, clasica situación
La que pensé que era una trucha muerta…

Ese dia llegue a casa y lo primero que hice fue bajar las fotos de la cámara y observar el lugar donde la encontre. El lugar era de aguas lentas, la perca estaba pegada en el fondo, practicamente inmovil. A partir de ahi comence la busqueda de las tan difamadas y desprestigiadas “truchas criollas”…

En otra ocasión, pescando en el río Malleo, en un lugar de aguas lentas (una vez más) tuve la suerte de pescar una perca por primera vez, pero en esa oportunidad, el pescadito se enganchó solo, sinceramente no lo vi, asi que para mi no cuenta, pero al menos había podido tener una en mi copo y así poder observarla con mayor detenimiento. Sinceramente no se porque dicen que es fea, cada loco con su tema. Ese dia me dedique a buscarlas, y después de varias horas pude dar con un par que se encontraban en su clásica postura de rastrillaje del fondo fangoso del río, ahí donde se acumulan sedimentos y el agua prácticamente no corre. Desde ya que me pase todo el resto de la jornada presentandoles moscas que fueron absolutamente ignoradas una y otra vez. Esta situación me hizo acordar mucho al comportamiento de las carpas, mismo vapuleo al pescador!

Se pincho sola, pero fue la primera que pude capturar…
Se pueden observar con claridad las aletas dorsales. La primera con fuertes púas y la segunda más blanda.

A partir de ese dia me propuse encontrarles la vuelta, las estudie detenidamente cada vez que me encontré con aguas de estas características. En otra ocasión encontré nuevamente una muy buena perca en el río Chimehuin, en un clásico sector detrás de sauces, con un agua prácticamente quieta, donde en el fondo se podía observar el sutil movimiento de este hermoso bicho. Pase jornadas enteras tratando de atraparla, todo fue absolutamente en vano, pero como el agua clara y casi sin movimiento, me permitía ver la reacción del pez ante cada mosca presentada, me sirvió para aprender mucho al respecto. Insisto en algo, NO es lo mismo tirar un streamer buscando truchas y que se enganche una perca, que buscarlas, encontrarlas e intentar pescarlas a pez visto, son dos mundos absolutamente distintos. Esto es válido para cualquier pez. De hecho en un principio pesque varias de esa manera, en esos días en que no se ve actividad y no nos queda otra que colar agua, pesca que detesto y que solo practico como ultima opcion. Me aburre!

Ya con varias percas atrapadas de manera accidental, insistí en buscarlas, encontrarlas y pescarlas a pez visto. Un desafío que puede llegar a dejar en ridículo a más de un crítico desprestigiador de este pez, lo digo por experiencia.

Una peque del limay que pude ver y pescarla a mi estilo.

Finalmente después de varias temporadas, encontré lugares donde se que viven, donde puedo pescarlas a pez visto, donde un solo pescado puede significar fácilmente, muchas horas de esfuerzo y disputa. Si una perca no quiere, la cosa se pone complicada al extremo y si tenemos la suerte de encontrar una de las buenas, les aseguro que la pelea no tiene nada que envidiar a las mejores marrones. De hecho estoy convencido de que más de uno pensó que en la punta de su línea, traía prendida la marrón de su vida y tremenda sorpresa se habrán llevado cuando una bocona llegó a sus manos… Que lo reconozcan es otra cosa!

En uno de esos dias de busqueda y en que solo tenia en mente pescar percas, encontré una de las buenas, tranquilamente rondaría los 2 kg, tal vez más. Había varias pero esta sobresalía del resto y tenía actitud de cazadora, era claro que quería comer y para esta altura de mi experiencia, sabía que la podía pinchar. Prepare la mosca (una ninfa grande y bien lastrada) repase el líder que terminaba en un 2X, todo estaba perfecto. Con prácticamente solo el líder fuera de la caña, dejé profundizar la mosca y la coloqué justo en la línea de patrullaje que tenía este bicho, pase horas previas observando. Salía debajo de unos sauces y recorría un remanso, siempre dibujando la misma ruta, así que no fue difícil poner la mosca justo en su camino. Apenas la vi venir y cuando estaba a unos 50 cm de distancia, apenas moví la ninfa con un corto movimiento de la puntera de mi marutake #4, lo cual provocó en forma inmediata, una firme y agresiva tomada. Nada pudo hacer mi bambú con tremenda atropellada y corrida. Corto el 2X como papel! Lamentablemente se fue con la ninfa en la boca, ahi entendi que pescar percas iba a ser muy entretenido y algo que iba a practicar todas las veces que tuviera la oportunidad.

Las percas son peces hermosos, son nuestros, no son fáciles de pescar en determinadas situaciones y con el equipo adecuado aseguran una muy buena pelea. Esta especie posee una gran variabilidad en la forma de su cuerpo, particularmente en la región de la cabeza y la boca. Esta gran plasticidad morfológica generó que durante mucho tiempo se creyera que existían varias especies de percas. Es común escuchar por ejemplo la separación entre perca de boca chica y perca bocona (Percichthys colhuapiensis) o de la existencia de otras especies como la perca espinuda (Percichthys altispinis), Percichthys laevis Percichthys vinciguerrae. Sin embargo, estudios genéticos recientes que analizaron el ADN de diferentes poblaciones han demostrado que en Argentina sólo existe una especie, Percichthys trucha ( fuente: https://www.proyectoarrecife.com.ar/es/pez/perca )

Hermosas pintas de esta difícil perca…
Una robusta y fuerte perca, que me dio durísima pelea

Por último no entiendo porque el reglamento permite matar más percas que truchas, siendo este primero nuestro pez autóctono, quizás alguno que lea esto tengo una buena explicación al respecto, me gustaría leerla!

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Marutake y/o Tablillas…?
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Marutake y/o Tablillas…?

La primer caña de pesca con mosca que me deslumbró, fue una caña split bambú al estilo occidental, una verdadera obra de arte por donde se la mirara, de Juanchi Accqua de FlyAddiction

A partir de ese momento comencé el derrotero de investigar acerca de cómo podría fabricarme una caña de este tipo, ya que sus valores me parecian injustificados para ese momento. Leí varios artículos, miré videos, libros, pero otra vez las herramientas utilizadas no estaban a mí alcance. Fue así que una vez en mi casa natal al ver en un rincón de la pared de mi vieja habitación de niño, una de mis primeras “mojarreras” me cuestioné si sería capaz de fabricar una caña para pesca con mosca, pero utilizando una simple tacuara o similar. Esa vieja “tomatera” tenía algo más de 40 años y seguía en perfectas condiciones, esa inquietud definitivamente resultó el comienzo de esta historia…

Navegando por la red y después un tiempo bastante extenso que resultó en varios meses, di con el grupo de facebook https://www.facebook.com/groups/historiasdeviajeras/ donde luego de conocer al “sensei” (Anibal Reyes) en persona, me traje a San Martín de los Andes, un hermoso kit listo para armar.

La armé con mucho entusiasmo y al poco tiempo pude comprobar que esa varita, si bien no era lo que yo aspiraba inicialmente, superaba con creces el fin para el cual la utilizaría. Ese fue el inicio de mi amor y pasión por las marutakes. Con el tiempo fui compartiendo con Anibal varias salidas de pesca y eso me ayudó a seguir aprendiendo cada día. Considero que finalmente logré un nivel aceptable en la fabricación de las mismas, pude detectar y experimentar todas sus bondades y también sus debilidades. Como soy un amante de la pesca de truchas con mosca secas, en una sola jornada, requiero hacer muchos falsos lanzamientos utilizados para secar la mosca, lo cual lleva al límite la tolerancia de una buena marutake, fue así que la mayoría que usé con intensidad terminaron dañadas de algún modo y si bien siempre las pude reparar, llegó el momento en que no me sentía del todo relajado a la hora de pescar y esa no era justamente la idea. Esto me enseñó a determinar en qué circunstancias puede ser utilizada una buena marutake y en qué circunstancias, sencillamente no conviene. De todas formas las he llevado al límite y puedo asegurar que son excelentes herramientas de pesca y que simplemente hay momentos en que hay que dejarlas descansar y utilizar algún otro tipo de equipo. El limite está dado por el incesante casteo y no en la lucha con un pez. Si una marutake no es utilizada en estos contextos, se comportará de maravillas y tienen ese no se qué, que las hace sumamente especiales. Recomiendo fervientemente que utilicen una marutake y mucho mejor si la fabrican uds. mismos.

Flexión Marutake

Una vez más, buscando una manera de fabricar algún tipo de caña de bambú con un poco más de resistencia a éstas exigencias que enumeré más arriba, pero sin llegar a las clásicas split bambú (en su mayoría hexagonales) donde el simple hecho de tener que contar con un planning form ya requiere una inversión importante, fue como junto a otros miembros del grupo de la caña viajera ( https://www.instagram.com/czlures_fly/ y por supuesto Anibal) se fue dando naturalmente la misma inquietud e interés por la fabricación de cañas de pesca con mosca mediante el uso de tablillas, pero con el método oriental, dónde no son necesarios costosos aparatos de precisión, sino más bien muchísima paciencia y perseverancia, sumados a unas pocas y sencillas herramientas, que pueden estar al alcance de la mayoría.

Ellos habían hecho punta en esto, asi que tuve la suerte de comenzar no necesariamente desde cero, ya que el grupo se destaca por compartir experiencias y conocimientos entre todos sus miembros. Fue así que luego de hacerme de bastante material (bambú hotei y yadake) de mayores diámetros, finalmente me embarqué en la fabricación de 3 cañas split bambú fabricadas con el método orienta.

De aquí nacieron 2 PMQ (poor man’s quad) y 1 PMT (poor man’s triangle) Algo así como “cuadrada del hombre pobre” y “triangular del hombre pobre” en alusión a la poca inversión en herramientas necesarias, para la fabricación de las mismas. Un cepillo de madera (cualquiera) un cutter, una cuchila con buen filo, lijas, escofina y una buena regla o en su defecto un calibre, son más que suficientes para embarcarse en el proyecto. Las que mencioné, son las herramientas que utilicé para la fabricación de las 3 cañas.

No considero que una PMQ/PMT sea mejor que una buena marutake, pero sí estimo que aguantan una mayor exigencia, por el simple hecho de estar fabricadas con tiras de bambú formadas en su gran mayoría por fibras de poder, algo fundamental en las cañas de pesca con mosca de bambú en general. Otra de las diferencias distintivas es el peso, una marutake es en regla general más liviana que una split bambú, ya que una marutake es hueca en toda su extensión y una split no necesariamente. Mucho menos una fabricada con herramientas simples como una trincheta, cuchilla o similar. En cuanto a la estética, en ambas se pueden hacer terminaciones muy bonitas, pero la ventaja del split es que el artesano puede determinar el perfil y sección de la vara, no así en una marutake en la cual la naturaleza siempre tiene la última palabra. Mencionado todo esto, obviamente se abre un mundo de distintas posibilidades, en perfiles, secciones, largos, cantidad de tramos, terminaciones en gral., etc etc.

Si bien todavía no pude pescar con éstas varas, si he podido hacer algunas pruebas en el pasto, lo cual al menos da una idea de la acción, peso, velocidad de respuesta, potencia, sensación de casteo, etc. Estoy bastante conforme con el resultado, considerando que son las primeras que fabriqué y que no cuento siquiera con un espacio cómodo para hacerlo. Me veo obligado a trabajar en la mesa dónde como todos los días, con las sabidas incomodidades que esto implica, pero no me quejo, al contrario. Estas primeras cañas me permitieron ganar bastante experiencia y calculo que las próximas saldrán mejores.

Gandalf PMQ – La primera de todas!
Gandalf PMQ – Segunda parte
Gandalf PMQ – Tercera parte
Gandalf PMQ – Última parte
Rebel PMQ
Gandalf PMT

Espero ansioso el comienzo de temporada para poder llevarlas al río y finalmente experimentar en el contexto adecuado, y si buen les tengo mucha fe, las marutakes dejaron un piso muy alto, no muy fácil de alcanzar. Veremos…

Buena pesca y a cuidar el medio ambiente y por sobre todo a los peces que ya bastante molestamos con nuestros anzuelos emplumados.

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